El carácter y la forma de ser y actuar de Tauro

Quizá la mejor palabra para definir a un Tauro es «serenidad». Son tipos constantes en sus actos, imperturbables como la sólida roca que se resiste a la erosión. Por lo general consigue alcanzar sus objetivos con paciencia y determinación. En las ocasiones en que no obtienen lo que quieren pueden llegar a entristecerse; pero esto no será suficiente para abatirlos, si tuvieron la altura para trabajar pacientemente durante mucho tiempo, podrán volver a hacerlo, y, de seguro, esta vez con mejores resultados.

Adentrándonos en la vida de un Tauro

Las personas de signo Tauro se sienten más a gusto en un entorno de prosperidad material, aman lo bueno, lo bello y lo elegante. Y, gracias a su determinación, que en la mayoría de las veces se convierte en terquedad y obstinación, suelen hacerse con un caudal de objetos distinguidos. Debido a su aparente pasividad y lentitud de movimientos, muchos suelen pensar que se les puede embaucar fácilmente.

Un Tauro escuchará muy interesado lo que éste tenga por decirle, asentirá con generosas sonrisas, concordará con lo maravilloso del producto que se le ofrece, compartirá con actitud amable y acogedora la risa de un vendedor de aire. Pero, cuando llegue el momento decisivo, el instante en que Tauro debe firmar su sentencia de estafa, con un giro impresionante en su conducta y una lucidez que hasta entonces no se le había notado, rechazará cualquier intento por tomarle el pelo.

El calor y amor del hogar: prioridad para Tauro

Las personas nacidas bajo el signo de Tauro encuentran una buena razón para vivir en el ambiente hogareño. Ama con particular devoción a cada integrante de su círculo más próximo; pero para tratar de la misma manera, cordial y amable, a otras personas, primero tiene que entablar un lazo afectivo más entrañable.

Debido a su vida tranquila, suele deleitarse con placeres cotidianos, se vuelve aficionado a la comida y a la bebida. Con el tiempo, este tipo de vida le hace perder actividad física y se vuelve obeso; de su antaño cuerpo fornido no quedan ni los huesos. No es muy quisquilloso cuando se trata de alimentarse, por decirlo de un modo, puede comer casi todo lo que sea comestible.

Una característica notable en Tauro es su desmedido rencor por aquel que le ha hecho algún daño. Si alguien ha cometido el error de hacerse con un enemigo Tauro, le será muy costoso volver a ganarse su confianza. Del mismo modo en que dispensa risas y alegrías con una camaradería jovial, odia con fervor a alguno que le haya llevado a esa situación; afortunadamente no es el modo común de ser de un Tauro, raras veces se le verá actuando así.

En estas circunstancias, cuando se le ha arrastrado más allá de los límites de su tolerancia, que es amplísimo, se le verá estallando con tal furia que despertaría el temor en los más enérgicos del zodiaco, tal como Aries o Leo. Puesto que su planeta es Venus, Tauro, incluso de haber perdido la línea, mantiene esa capacidad de seducción que muchos, con mayores atributos estéticos, desearían para sí.