Aries: ¿tienes sueños eróticos y fantasías sexuales?

Tanto para quienes lo reconocen como para los que lo niegan, las fantasías sexuales son una constante en nuestras vidas. En la etapa de los romances, dichas fantasías suelen manifestarse con mayor enardecimiento. Cada signo expresa su sexualidad de forma diferente, bajo sus propias cualidades, al abrigo de sus expectativas particulares. Hoy hablaremos de los sueños eróticos que acechan las noches de Aries, de las fantasías que hacen que se estremezca cada vez que piensa en ellas.

Un cauce al que encaminar las portentosas energías de Aries

Los polvos mágicos de la fantasía no recorren por el mismo rumbo que Aries, la más de veces pasan de largo sin rozarlo siquiera. Lo mismo ocurre en lo sexual, Aries no se caracteriza por ser precisamente soñador y menos aún si aquello que es candidato a serlo tiene la virtud algo inalcanzable. Aries prefiere soñar con aquello que puede disfrutar en un futuro muy breve y no por ello deja de ser un gran luchador.

El rastro de Aries se advierte a la distancia gracias a su gran actividad sexual, a las abrasadoras energías con que ejecuta su danza de cortejo para luego deleitarse en las maniobras de la cama. En cuanto a las fantasías que agitan sus sueños, que por cierto son tan o más vívidas y ardorosas que el de cualquiera, podemos decir que en los de Aries existe una fuerte carga sexual. Es posesivo y somete a sus antojos la libertad de su pareja, que en realidad es su víctima por voluntad propia. A cambio Aries hará que su pareja conozca de primera mano la gloria del éxtasis.

Los impulsos, origen de la pasión de Aries

Tanto el hombre como la mujer de Aries llevan una vida sexual muy interesante. Prestan mayor importancia a los impulsos, a las pulsiones innatas que surgen de su lado salvaje. Por lo general no se detienen a pensarlo, actúan con intensión de satisfacer dichos impulsos. Así pues, se entregan a los néctares del sexo sin antes haberlo meditado con demasía. Para sentirse en armonía requieren dar satisfacción a su libido. Se los puede ver desganados o sombríos cuando no tienen regularmente alguna relación sexual. El fuego de cada uno de sus encuentros no decae, por el contrario, se mantiene siempre intenso, hirviendo en pasión. Es de los que no presta importancia al cortejo o demás detalles previos a la acción misma, los considera una pérdida de tiempo, aunque, cuando lo requiere no duda en usarlos.

Le encanta llevar la batuta en las artes amatorias, no duda en echar mano de cualquier recurso para encender el deseo sexual de su amante. No emplea rodeos para expresar sus deseos, Aries los expresa de manera clara y directa, sin irse por las ramas o dar a entender otra cosa que no sea su intención premeditada. Aries prefiere los encuentros no planificados, la espontaneidad es un ingrediente que completa la pócima con que enciende las miradas de quienes terminarán en sus brazos. Luego no se enreda en relaciones complicadas, con frecuencia suele aligerarse cualquier carga y continuar con miras hacia otros objetivos.