¿Cómo son los niños nacidos en Cáncer?

El niño de Cáncer es el lucero de sus padres y hermanos por la gran calidez y amor que ofrece a su familia. Probablemente, no hay infante más alegre y sonriente que el regido por el signo del cangrejito ya que la gran mayoría del tiempo están de buen humor y emanan paz y armonía donde sea que van. Educado, proactivo, oficioso y sobre todo familiar, los chiquitos de Cáncer son diferentes a cualquier niño en muchos de los aspectos mencionados y en otros más que veremos a continuación.

Sus travesuras hacen reír a propios y extraños y su encanto es clave para salir ilesos de los regaños de sus padres o tíos. Para ellos la vida es una aventura con diferentes cosas por descubrir y su confianza en el mundo es una prueba fehaciente de su bella inocencia. Ellos simplemente son felices porque la niñez es la etapa más bella de la vida, en donde solo se juega y se aprende como a ellos les fascina. Los inconvenientes vienen más bien en la adultez, por eso los padres de estos pequeños deben ser cuidadosos y aprender a manejar las crisis familiares.

Eterna felicidad durante la infancia

Cáncer es el niño de oro que cualquier padre quisiera tener. Creativo, inteligente, risueño, cálido y cariñoso, es una gran compañía sobre todo para sus progenitores. Estos pequeños son muy sensibles y construyen su felicidad a partir de pequeñas cosas. Podríamos decir sin temor a equivocarnos, que las personas de este signo siempre recuerdan su niñez como la mejor época de toda su existencia. Esto es muy bello, pero a la larga representa un inconveniente que sus padres deben considerar. Verás, Cáncer es feliz hasta que sufre una pérdida o pierde su inocencia.

Conforme entran en sus etapas de adolescencia y adultez, las cosas pueden cambiar de un modo negativo para ellos. Perder a uno de los padres, mudarse de la casa de su infancia o sufrir cualquier suceso traumático, puede significar una debacle de por vida para estos chicos y chicas. De niños, hay que protegerlos demasiado y evitar someterlos eventos trágicos. Un mal manejo de su enorme potencialidad podría culminar en un adulto insatisfecho y deprimido. Con ellos hay que tener guante de seda y ofrecerles acompañamiento hasta su emancipación.

Hijos que no se separan de sus padres

El niño de este signo tiene muy pocos aspectos negativos. Quizás el tamaño de sus travesuras será el problema más grave a afrontar. En ellas, es probable que puedan resultar lastimados porque suelen ser curiosos. La gran debilidad de estos consentidos radica en el hecho de no querer crecer jamás. Todo indica que sus padres deben ayudarlos a independizarse y ser constantes en el hecho de dejarlos ir. Contrario a lo que pasa con el resto del zodiaco, la mejor lección de amor es hacerlos fuertes, independientes y soltarlos para que afronten la vida, pero en su debido momento. Siendo protegidos y llevados con cautela, ellos se pueden convertir en grandes hombres y mujeres.